Dos rosas amarillas para un adiós Tras once largos años de matrimonio con algunas satisfacciones, muchas frustraciones y dos hijos, decidí que había llegado el momento de empezar de nuevo, de iniciar un capítulo más. Así que sin darle más vueltas y sin coger ni siquiera ropa interior para cambiarme, salí por la mañana, más o menos a eso de las siete y media de un frío día de invierno madrileño, para no regresar nunca más al que durante tantos años había sido mi hogar conyugal. Para emprender el nuevo ciclo que debía afrontar contaba con poco más de 60.000 pesetas (la moneda de entonces), un reloj regalo de una conocida marca de refrescos, dos paquetes de tabaco, un mechero Bic, la ropa que llevaba puesta y una mochila en la que había metido mi inseparable Nikon, la documentación (D.N.I., Pasaporte y acreditación de periodista) y poco más, ni siquiera había cogido una fotografía de mis hijos. Empezar un nuevo día sin ninguna responsabilidad familiar ni laboral es algo indesc...
HENRY MILLER (26/12/1891-7/6/1980) Henry Valentine Miller, hijo de padres norteamericanos de religión luterana y de origen alemán, nació el día 26 de diciembre de 1891 en el barrio de Yorkville, Manhattan, perteneciente a la ciudad de Nueva York. Antes de cumplir un año, sus padres trasladaron el lugar de residencia a la calle Williamsburg, en el distrito 14 de Brooklyn. Cursó sus primeros estudios en la Eastern District High School, donde conoció a Cora Seward, posiblemente su primer amor de adolescencia. En 1909 ingresó en la Universidad Estatal de Nueva York, la cual abandonó al cabo de dos meses por no compartir en absoluto sus métodos educativos, empezando a trabajar de administrativo en la Atlas Portland Cement Company, empresa situada en el distrito financiero de Nueva York. Por esta época Miller inicia un periodo de rigurosa disciplina atlética que practicará al menos durante siete años. Igualmente en este periodo de su vida establece relaciones con Paulina Chouteau, u...
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