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Mostrando entradas de abril, 2011

LASCIVIA - CAPITULO: 5 - LA DETENCION - (COPY:SCO)

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El día que fuero a detener a Raúl se encontraba en la presentación de un libro, fotografiando a su autor. Tres hombres trajeados irrumpieron en la sala de conferencias. Con andares enérgicos se dirigieron en primer lugar al estrado, intercambiaron unas palabras con los presentadores del acto a los que les mostraron unas fotografías y posteriormente ir hacía donde Irigoyen estaba mirando sin poder creerse lo que estaba viendo. - ¿Es usted Raúl Irigoyen? - -Sí - -Policía, acompáñenos. - Raúl - Raúl aún estupefacto no supo qué decir en aquel instante, así que recogió su equipo fotográfico en la bolsa y les acompaño. Fue durante aquellos breves instantes que duro todo el proceso el centro de atención de toda la sala, los rumores al principio un simple murmullo, se apoderaron del ambiente tornándose de forma gradual a una autentica algarabía. - Ya en el exterior Irigoyen pregunto: - -En carácter de qué voy con ustedes ¿de detenido, de retenido...?. - -¡Vienes con noso

LASCIVIA - CAPITULO 4: LORENA (COPY: SCO)

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(…) Una gelatina viscosa cubre mi cuerpo. Necesito ducharme con urgencia. Me enjabono, frotándome enérgicamente con una esponja y después dejo que el agua se encargue de arrastrar la suciedad haciéndola desaparecer por el desagüe. Por fin mi piel queda limpia. Me seco con una toalla. Todo huele a rosas y me siento bien, relajado. Desnudo me dirijo hacia el dormitorio con la intención de vestirme. Me quedo en el umbral de la habitación mirando absorto la pared que tengo enfrente, en la que una tarántula del tamaño de una vaca descansa majestuosa. Su pelaje es negro azabache y brilla intensamente. Un picor en la nariz me pone nervioso. Estoy, en varias ocasiones, a punto de estornudar pero logro contenerme. Sé que si lo hago provocaré el enarbolamiento del insecto por perturbar su quietud. Al fin el estornudo hace su aparición en escena y con él la tarántula entra en acción. Con la rapidez de un guepardo cambia de ubicación y se sitúa frente a mí. Se apoya sobre las patas traseras,

LASCIVIA - CAPITULO 3: LORENA (COPY: SCO)

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Pasé diez días en compañía de Lorena. Gracias a su diario comprendí que era una mujer atormentada. La vida junto a sus padres había sido un pandemonium. Su madre no le permitía realizar ninguna actividad fuera de casa, según sus argumentos, por temor a que le ocurriese alguna desgracia. Este exceso de protección no era sino aparente porque cada vez que Lory hacía o decía algo que no era del agrado de su progenitora, ésta no dudaba en hacérselo saber a su marido, un hombre autoritario y agresivo, al que le encantaba darle una paliza a la menor ocasión. Con todo esto se podría decir que su madre actuaba movida por un egoísmo exacerbado, lo único que perseguía era que Lorena le diera los menores quebraderos de cabeza posibles aunque con ello tuviese que provocar el enarbolamiento de su esposo. Lorena había comprendido desde muy pequeña el significado de la palabra dictadura, y lo que era no poder hacer ni decir nada en contra del orden establecido por temor a las represalias. Se deba

LASCIVIA - CAPITULO 2 - LA TRAMA - (COPY: SCO)

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La gente se agolpaba en torno a las vallas de protección. Los gritos se apoderaron del lugar entremezclados con la música y las luces de colores. Entre las vallas y el escenario, los fotógrafos y cámaras de televisión tomaban posiciones para hacerse con el mejor ángulo. Raúl estaba con los demás pero no se comportaba como ellos. En vez de acercarse al escenario en busca de la fotografía perfecta se reclinó sobre las vallas protectoras. Un grupo de chicas chillaba tras él. Raúl se dio la vuelta y les dijo: - ¿Os gustaría conocerles personalmente? - ¿Estás de broma? - Dijo una de ellas - - No bromeo. ¿Os gustaría o no? - Por supuesto tío. ¿Podrías conseguir que pasáramos? - Todas no, pero… tú sí. - Dijo señalando a una de ellas - - No sé, no te conozco de nada. Podrías hacerme cualquier cosa; ¡Hay tanto loco suelto! - Tú misma. Quien algo quiere ha de arriesgarse. Podemos hacer una cosa: me voy, hago mis fotos  y dentro de un rato vuelvo otra vez a ver qué has decidido.    

LASCIVIA - CAPITULO 1: IRIGOYEN (COPY:SCO)

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(…) Un día otoñal frío y gris acogió al pueblo en su despertar. El prolongado letargo, artificial e impuesto, había llegado a su fin. Sus ojos se iban abriendo poco a poco dejando paso a la luz,  para que penetrase a través de las pupilas contraídas, hasta entonces siempre dilatadas. La vecindad tomó la calle, minutos antes desierta. Aquella masa abigarrada y silenciosa, se dirigió a la plaza del pueblo. El reloj de la Iglesia se convirtió en el epicentro de las miradas. Cuando el mediodía fue anunciado, con una sucesión melódica de doce campanadas, primero unos luego otros, procedieron a mirar a su alrededor con cara de estupefacción. Entre la multitud alguien dijo: ¡Esto ha sio un timo, la culpa de to esto la tié el Benito! Una gran algarabía destronó al silencio reinante hasta entonces y todos acudieron en tropel a la Iglesia. Golpearon y golpearon las puertas. Me pareció estar en uno de  aquellos motines, narrados en los libros de Historia que leía de niño. Las puertas de la